Las instalaciones de tratamiento de agua generalmente utilizan una combinación de procesos físicos, químicos y biológicos para eliminar las bacterias, incluida la filtración, la cloración y la ozonización. Estos tratamientos han sido ampliamente investigados y son efectivos para reducir las bacterias y otros contaminantes dañinos del agua. Además, la plata coloidal generalmente se considera segura para usos tópicos como la desinfección de heridas. Sin embargo, la ingestión de plata coloidal puede tener riesgos potenciales para la salud, especialmente con el uso prolongado, ya que puede provocar argiria, donde la piel se vuelve permanentemente de color azul grisáceo.
En general, si bien la plata coloidal tiene algunas propiedades antibacterianas, no es necesaria para la eliminación eficaz de bacterias en los sistemas de purificación de agua. Se debe dar prioridad a los métodos probados de tratamiento del agua para obtener agua potable.