_Actualización 2: La reacción de Microsoft es:"Google es la última empresa que debería sermonear a alguien sobre los derechos de autor. Hace años que hacen la vista gorda ante la piratería en YouTube y Android".
**Actualización 1:Un portavoz de Microsoft dijo:"Nos tomamos muy en serio los derechos de propiedad intelectual y continuamos haciendo importantes esfuerzos para proteger nuestra propiedad intelectual"_
Historia original
Nuevos datos de Google muestran que Microsoft se enfrenta a un importante problema de piratería. Según los datos, Microsoft Office es el software más pirateado del mundo, con más de 1.300 millones de descargas ilegales en 2022. Le sigue Adobe Acrobat Reader, con más de 750 millones de descargas ilegales, y WinRAR, con más de 650 millones de descargas ilegales.
Los datos también muestran que la piratería de Microsoft Office es más frecuente en los países en desarrollo, siendo India, Indonesia y China los tres principales países con descargas ilegales. En India, por ejemplo, más del 50% de todas las instalaciones de Microsoft Office son pirateadas.
La piratería de Microsoft Office es un problema importante para la empresa, ya que provoca pérdidas de ingresos y socava sus esfuerzos por proteger su propiedad intelectual. Microsoft ha estado tomando medidas para combatir la piratería, incluida la colaboración con organismos encargados de hacer cumplir la ley y el lanzamiento de sus propias iniciativas antipiratería. Sin embargo, los datos sugieren que estos esfuerzos no están teniendo un impacto significativo.
La piratería de Microsoft Office también supone un problema para los usuarios, ya que puede provocar riesgos de seguridad y fallos de funcionamiento del software. El software pirateado a menudo no se actualiza con los últimos parches de seguridad, lo que puede hacerlo vulnerable al malware y otros ataques cibernéticos. Además, el software pirateado puede ser inestable y poco confiable, lo que puede provocar pérdida de productividad y pérdida de datos.
_Este artículo apareció originalmente en The Seattle Times._