1. Fallo del acantilado de hielo inducido por el derretimiento de la superficie: Durante eventos extremos de derretimiento, la superficie de una capa de hielo puede experimentar un derretimiento significativo, lo que lleva a la formación de lagos y ríos supraglaciales. A medida que estos cuerpos de agua se drenan, pueden erosionar rápidamente los acantilados de hielo que los rodean, provocando que grandes trozos de hielo se rompan y colapsen. Este proceso, conocido como falla del acantilado de hielo, puede resultar en la rápida pérdida de masa de hielo de la capa de hielo.
2. Grietas y fracturas inducidas por el derretimiento :El intenso derretimiento de la superficie también puede provocar la formación de grietas y fracturas dentro de la capa de hielo. A medida que el agua de deshielo se filtra en las grietas, puede volver a congelarse y expandirse, ensanchando aún más las grietas y debilitando la estructura del hielo. Estas grietas pueden convertirse en conductos para una mayor infiltración de agua de deshielo, lo que eventualmente provocará el colapso de grandes bloques de hielo.
3. Derretimiento del subsuelo y adelgazamiento de la capa de hielo :Además del derretimiento de la superficie, los eventos de derretimiento extremos también pueden causar un derretimiento significativo del subsuelo. A medida que el agua de deshielo penetra en la primera capa (capa porosa de hielo en la superficie), puede volver a congelarse y formar capas de hielo llamadas lentes de hielo. Estas lentes de hielo debilitan la primera capa y reducen su densidad, haciéndola más susceptible a la deformación y al colapso. Como resultado, la capa de hielo puede experimentar un adelgazamiento sustancial y una pérdida de estabilidad estructural.
4. Hidrofractura y terremotos :El derretimiento extremo puede provocar la formación de grietas y fracturas dentro de la capa de hielo, permitiendo que el agua penetre en capas más profundas. Cuando esta agua se vuelve a congelar, puede generar altas presiones que hacen que el hielo se fracture, lo que resulta en eventos sísmicos llamados terremotos. Estos terremotos pueden debilitar aún más la capa de hielo y provocar fallas y grietas adicionales en los acantilados de hielo.
5. Flujo de hielo mejorado y aceleración de los glaciares: El derretimiento extremo puede acelerar el flujo de glaciares y corrientes de hielo que drenan las capas de hielo. El mayor suministro de agua de deshielo lubrica el lecho del glaciar, reduciendo la fricción y permitiendo que el hielo se mueva más rápido. Esta aceleración puede provocar un aumento de las tasas de desprendimiento en los frentes de los glaciares y contribuir a la pérdida general de masa de la capa de hielo.
En general, los eventos de deshielo extremos pueden desestabilizar las capas de hielo al provocar fallas en los acantilados de hielo, grietas, derretimiento del subsuelo, hidrofracturación y flujo acelerado de hielo. Estos procesos pueden conducir colectivamente a una pérdida rápida y sustancial de hielo, contribuyendo al aumento del nivel del mar y alterando la dinámica del sistema climático.