El lavado verde, la práctica de engañar a los consumidores y a las partes interesadas sobre el desempeño ambiental de una empresa, se ha vuelto frecuente en los últimos años. Las empresas pueden hacer afirmaciones exageradas o sin fundamento acerca de que sus productos o servicios son ecológicos o sostenibles para obtener una ventaja competitiva. Este enfoque engañoso socava el progreso que están logrando quienes están genuinamente comprometidos a abordar el cambio climático y obstaculiza la capacidad de los consumidores para tomar decisiones informadas.
La COP28 presenta una oportunidad para que las corporaciones trasciendan el lavado verde y adopten un camino más responsable. Las empresas pueden demostrar su compromiso con la sostenibilidad estableciendo objetivos con base científica, divulgando de forma transparente su huella ambiental e implementando medidas sólidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de recursos. Involucrarse con las partes interesadas y apoyar activamente políticas que fomenten prácticas sostenibles también demostrará una dedicación genuina a la acción climática.
La transición a operaciones y prácticas sostenibles puede implicar costos y desafíos iniciales, pero los beneficios a largo plazo son significativos. Adoptar la sostenibilidad puede conducir a una mayor eficiencia de los recursos, ahorros de costos y una mejor reputación de la marca. Los consumidores buscan cada vez más productos y servicios que se alineen con sus valores, y es probable que las empresas que se comprometen genuinamente con la sostenibilidad atraigan y retengan clientes.
Además, los gobiernos y los reguladores están implementando normas y regulaciones ambientales más estrictas. Las empresas que no siguen el ritmo de estos requisitos corren el riesgo de sufrir responsabilidades legales, multas y daños a su reputación. Los intentos de lavado verde pueden quedar expuestos, lo que lleva a una pérdida de confianza por parte de los inversores, consumidores y otras partes interesadas.
La COP28 proporciona una plataforma para que las corporaciones muestren sus logros en materia de sostenibilidad, formen asociaciones y colaboren en la acción climática. Al adoptar prácticas genuinas de sostenibilidad, las empresas pueden contribuir a los esfuerzos colectivos para mitigar el cambio climático y al mismo tiempo posicionarse para el éxito a largo plazo.
A continuación se presentan algunas acciones específicas que las corporaciones pueden tomar para evitar el lavado verde y adoptar la sostenibilidad en la COP28:
1. Establecer objetivos con base científica para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y otros impactos ambientales.
2. Divulgar de forma transparente datos de desempeño ambiental e informar periódicamente el progreso hacia los objetivos.
3. Implementar prácticas sólidas de sostenibilidad en toda la cadena de valor, incluido el abastecimiento de materiales de manera responsable y la reducción del consumo de recursos.
4. Interactuar con las partes interesadas, incluidos clientes, empleados y comunidades, para comprender y abordar sus preocupaciones sobre sostenibilidad.
5. Apoyar políticas que promuevan prácticas sostenibles y acción climática, tanto a nivel nacional como internacional.
Al tomar estas medidas, las corporaciones pueden demostrar su compromiso con la sostenibilidad y evitar los riesgos asociados con el lavado verde. También pueden contribuir a un futuro más sostenible para todos y ayudar a mitigar los efectos devastadores del cambio climático.