El cuerpo elige los enantiómeros opioides adecuados porque tienen una mayor afinidad por los receptores opioides del cerebro. Los receptores de opioides son proteínas que se encuentran en la superficie de las células nerviosas. Cuando un opioide se une a un receptor de opioides, provoca un cambio en la actividad eléctrica de la célula nerviosa. Este cambio en la actividad eléctrica puede provocar una disminución de la percepción del dolor.
El enantiómero R de los opioides tiene una mayor afinidad por los receptores de opioides en el cerebro porque se adapta mejor al sitio del receptor. El enantiómero S no encaja tan bien en el sitio receptor, por lo que es menos potente.
Además, el enantiómero R de los opioides es más resistente al metabolismo que el enantiómero S. Esto significa que permanece en el cuerpo por más tiempo y puede producir un efecto más duradero.
La capacidad del cuerpo para seleccionar los enantiómeros opioides adecuados es importante para el uso eficaz de los analgésicos opioides. Al utilizar el enantiómero R, es posible lograr alivio del dolor con una dosis más baja de medicamento, lo que puede reducir el riesgo de efectos secundarios.