Sin embargo, no todas las sustancias de sabor amargo son dañinas. De hecho, muchos alimentos amargos son bastante nutritivos y pueden ofrecer beneficios para la salud. Por ejemplo, las verduras crucíferas como el brócoli, el repollo y la col rizada contienen glucosinolatos, que se han relacionado con un riesgo reducido de varios tipos de cáncer. Del mismo modo, el chocolate amargo contiene antioxidantes que pueden ayudar a mejorar la salud del corazón y reducir el riesgo de sufrir un derrame cerebral.
Entonces, si bien es cierto que algunas sustancias de sabor amargo pueden ser dañinas, es importante recordar que no todos los alimentos amargos son malos. De hecho, muchos alimentos amargos son bastante nutritivos y pueden ofrecer beneficios para la salud. Si no está seguro de si es seguro comer un alimento amargo en particular, siempre es mejor consultar con un profesional de la salud.