Las células de quimioluminiscencia electrogenerada (ECL), caracterizadas por su naturaleza autoemisiva, han despertado un gran interés para posibles aplicaciones de visualización debido a su estructura sencilla y su sencillo proceso de fabricación. Estas celdas se crean intercalando una capa emisora a base de solución entre dos electrodos transparentes. Sin embargo, en comparación con otros dispositivos autoemisores como los diodos emisores de luz (LED) y los LED orgánicos, el rendimiento luminiscente de las células ECL sigue siendo deficiente y actualmente está experimentando mejoras.
Por el contrario, los complejos de iridio se utilizan ampliamente en LED orgánicos eficientes debido a su capacidad para producir emisiones fosforescentes a temperatura ambiente a partir de sus estados excitados. Los colores de emisión se pueden ajustar fácilmente cambiando los ligandos, y los investigadores han explorado sus propiedades utilizando métodos tanto teóricos como experimentales.
En un estudio reciente dirigido por el profesor asociado Takashi Kasahara y Nanami Ichinohe, estudiante de maestría en la Universidad de Hosei, y que incluye colaboradores de la Universidad de Fukui y la Universidad Nacional Cheng Kung, los investigadores han diseñado con éxito una célula ECL altamente luminiscente utilizando un complejo de iridio y un mediador. Este estudio ha sido publicado en la revista Electrochemistry .
Según el Dr. Kasahara, "ECL es un fenómeno de emisión de luz inducido por una reacción de transferencia de electrones entre el anión radical y el catión del material luminiscente. Aunque las soluciones ECL convencionales se han preparado típicamente disolviendo cantidades específicas de un único material luminiscente en un disolvente orgánico, en este estudio hemos preparado una solución que contenía dos materiales luminiscentes."