Crédito:University College London
Los medicamentos se pueden imprimir en siete segundos en una nueva técnica de impresión 3D que podría permitir una rápida producción in situ de medicamentos, informa un equipo de investigación dirigido por UCL.
Los hallazgos publicados en la revista Additive Manufacturing mejoran las perspectivas de cómo las impresoras 3D podrían integrarse en entornos clínicos de ritmo rápido para la producción bajo demanda de medicamentos personalizados.
Para el estudio actual, los investigadores cargaron impresos (tablas impresas) con paracetamol, que es uno de los muchos medicamentos que se pueden producir con una impresora 3D.
Una de las técnicas líderes para la impresión 3D es la fotopolimerización en cuba, que ofrece la resolución más alta para la complejidad a microescala, y también se adapta a muchos medicamentos, ya que no requiere altas temperaturas. Para imprimir medicamentos, la técnica utiliza una formulación de resina, que constituye el fármaco requerido disuelto en una solución de un químico fotorreactivo, activado por la luz para solidificar la resina en una tableta impresa.
Pero la polimerización en cuba se ha visto obstaculizada por las bajas velocidades de impresión, debido a su enfoque capa por capa.
Aquí, los científicos han desarrollado una nueva técnica de polimerización en tina que imprime todo el objeto a la vez, reduciendo la velocidad de impresión de varios minutos a solo siete a 17 segundos (dependiendo de la composición de resina seleccionada). Esto funciona proyectando múltiples imágenes del objeto visto desde diferentes ángulos sobre la resina. La cantidad de luz emitida se acumula gradualmente, hasta que llega a un punto en el que se produce la polimerización. Al ajustar la intensidad de la luz en diferentes ángulos y superposiciones, todos los puntos del objeto 3D en la resina pueden alcanzar este umbral al mismo tiempo, lo que hace que todo el objeto 3D se solidifique simultáneamente.
El estudio actual está dirigido por el profesor Abdul Basit (Facultad de Farmacia de la UCL) y también involucró a investigadores de la Universidade de Santiago de Compostela, así como a FabRx, una empresa derivada de la UCL cofundada por tres miembros del equipo de investigación de la UCL.
El laboratorio Basit ha desarrollado previamente polipíldoras impresas en 3D para ayudar a las personas que necesitan tomar varios medicamentos al día, así como píldoras con patrones en braille para ayudar a las personas con problemas de visión.
El coautor principal, el Dr. Alvaro Goyanes (Facultad de Farmacia de UCL, FabRx y Universidade de Santiago de Compostela) dice que "los medicamentos impresos en 3D personalizados están evolucionando a un ritmo rápido y llegando a la clínica. Para adaptarse al entorno clínico de ritmo acelerado, hemos desarrollado una impresora 3D que produce tabletas en segundos. Esta tecnología podría cambiar las reglas del juego para la industria farmacéutica". Medicamentos impresos en 3D activados por la pantalla del teléfono inteligente