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Se estima que 6, 000-14, Cada año se depositan 000 toneladas de protector solar en las zonas de arrecifes de coral del mar. Los productos químicos que frotamos sobre nuestra piel pueden ayudar a prevenir el cáncer de piel, pero apenas estamos comenzando a comprender el impacto ambiental de los protectores solares, y las evaluaciones iniciales no se ven bien. Pero la investigación en etapa inicial sugiere que la naturaleza podría proporcionar una solución a este problema emergente si podemos imitar la forma en que algunas plantas y animales se protegen del sol.
El protector solar es vital para ayudar a prevenir el daño de la piel causado por la radiación ultravioleta (UVR) que puede causar melanoma y otros cánceres de piel. Contienen una serie de ingredientes que actúan como filtros UVR, absorbiendo y dispersando la radiación y evitando que llegue a la piel. Muchos estudios han demostrado los beneficios del uso regular de protectores solares, incluidos estudios a largo plazo en Australia que han mostrado tasas reducidas de cáncer de piel.
El problema potencial es que muchos ingredientes utilizados en los productos de protección solar son moléculas orgánicas sintéticas, como los que se utilizan para fabricar plásticos. Estas moléculas están diseñadas para ser altamente estables y para que no se descompongan cuando ingresan al medio ambiente. Como resultado, los ingredientes de los protectores solares son detectables en especies que incluyen peces, mamíferos marinos como delfines e incluso aves marinas.
El impacto de estas moléculas en el medio ambiente no se comprende completamente, pero es un foco de investigación cada vez mayor. Sabemos que algunos filtros tienen una estructura similar a la hormona estrógeno e imitan su acción. Esto puede provocar cambios hormonales e incluso alterar las características sexuales de algunos peces. Los filtros UVR también se han relacionado con el blanqueamiento de los corales.
Estas preocupaciones están siendo monitoreadas por muchas agencias reguladoras. La Agencia Europea de Sustancias Químicas ha enumerado ocho de los 16 protectores solares más utilizados en Europa como una amenaza potencial para el medio ambiente y la salud. planteando la posibilidad última de una prohibición. Los temores sobre el daño a los sistemas de arrecifes de coral ya han llevado a la prohibición de determinados ingredientes de protección solar en algunos puntos calientes de coral como Hawái.
Blanqueamiento de corales. Crédito:Shutterstock
Estos temores son actualmente relativamente menores, pero es necesario investigar formas de mejorar la seguridad y biocompatibilidad de los protectores solares. Como suele ser el camino, la respuesta puede estar en el mismo entorno que está siendo afectado. Muchas especies marinas están continuamente expuestas a altos niveles de RUV durante el día y han desarrollado formas eficientes de prevenir daños.
Por ejemplo, especies de microorganismos como las cianobacterias y las algas producen un grupo de compuestos llamados aminoácidos similares a las micosporinas (MAA), que actúan como filtros UVR. Estos se transmiten por la cadena alimentaria a animales como los corales, invertebrados y peces, que luego almacenan los compuestos en tejidos expuestos a UVR como la piel, ojos y huevos. MAA absorbe eficientemente los rayos UV y los convierte en luz y calor inofensivos, y no se degradan por la radiación.
También hay evidencia de que estos compuestos pueden actuar como potentes antioxidantes, otra propiedad muy beneficiosa que la mayoría de los filtros sintéticos no tienen. La radiación solar puede causar átomos o moléculas altamente reactivos, conocidos como radicales libres, para separarse de otras moléculas más grandes. Los radicales libres pueden causar lo que se conoce como daño oxidativo a los tejidos, pero pueden ser neutralizados por antioxidantes
El potencial de estos compuestos para aplicarse a la salud humana, particularmente como protectores solares, recién está comenzando a ser explorado. Han demostrado un excelente potencial en modelos de laboratorio. El siguiente paso es traducir esto en estudios en humanos para comprender realmente su potencial.
Mientras tanto, Es muy importante para la salud pública que la gente no deje de usar protectores solares sintéticos. Hasta aquí, solo hay pruebas limitadas del posible daño ecológico de los protectores solares, especialmente a las concentraciones a las que se encuentran los filtros UVR en el medio ambiente. Pero los efectos de la radiación ultravioleta en la piel son bien conocidos y están probados más allá de toda duda.
Este artículo se publicó originalmente en The Conversation. Lea el artículo original.