* Plantas muertas: Hojas caídas, árboles muertos, etc.
* Animales muertos: Cadáveres, huesos, etc.
* Residuos animales: Heces, orina, etc.
Desglosan esta materia orgánica en sustancias más simples, liberando nutrientes al medio ambiente. Este proceso es esencial para mantener el equilibrio de los ecosistemas.