Purkinje, un anatomista y fisiólogo checo, estaba estudiando la estructura de las células vivas y observó una sustancia similar a la gelatina dentro de ellas. Llamó a esta sustancia "protoplasma" de las palabras griegas "Protos" (primero) y "Plasma" (forma).
Es importante tener en cuenta que la comprensión del protoplasma ha evolucionado con el tiempo. El término ya no se considera un término científico definitivo ya que la ciencia moderna ha desglosado la estructura y funciones complejas de la célula en varios orgánulos y moléculas. Sin embargo, "protoplasma" todavía sirve como un recordatorio histórico de la teoría de las células tempranas y nuestra comprensión de los componentes fundamentales de la vida.