1. raza: La raza de un perro está determinada por su composición genética. Diferentes razas tienen rasgos físicos, temperamentos e incluso predisposiciones de salud.
2. Color y patrón de capa: Los genes dentro del ADN de un perro dictan el color de su capa, patrones como manchas o rayas, e incluso la textura de su pelaje (por ejemplo, suave, rizado o alerta).
3. Tamaño y estructura del cuerpo: El tamaño, la forma y la estructura general del cuerpo de un perro están determinados en gran medida por sus genes. Ciertas razas son conocidas por su altura, peso y estructura ósea.
4. Predisposiciones de salud: El ADN juega un papel crucial en la determinación de la susceptibilidad de un perro a ciertas condiciones de salud. Algunas razas están genéticamente predispuestas a enfermedades específicas como la displasia de la cadera o los problemas oculares.
5. Temperamento y comportamiento: Si bien el medio ambiente y el entrenamiento tienen un impacto, el ADN de un perro también influye en su temperamento general, personalidad y tendencias de comportamiento. Algunas razas son conocidas por ser más enérgicas, independientes o afectuosas.
6. Senses: El sentido del olfato, la audición y la vista de un perro están influenciados por su composición genética. Ciertas razas tienen un mayor sentido del olfato o una visión nocturna superior.