* Estructura: Los flagelos son apéndices largos, con forma de látigo, hechos de proteínas. Se pueden organizar de varias maneras en la célula bacteriana, como los flagelos individuales en un extremo (monotrico), flagelos múltiples en un extremo (lófóbalo), flagelos en general (peritrico) o flagelos en ambos extremos (anfitrichos).
* Rotación: Los flagelos funcionan con un motor integrado en la membrana de células bacterianas. Este motor gira el flagelo, creando una fuerza propulsora.
* Movimiento: La rotación del flagelo empuja la bacteria hacia adelante o hacia atrás dependiendo de la dirección de rotación.
* volteando y corriendo: Las bacterias usan flagelos para navegar por su entorno. Cambian entre dos modos de movimiento:
* Ejecutando: Cuando los flagelos giran en la misma dirección, forman un paquete y impulsan la bacteria hacia adelante en línea recta.
* volteo: Cuando los flagelos giran en direcciones opuestas, el paquete se rompe y la bacteria cae al azar. Esto ayuda a la bacteria a cambiar de dirección y explorar nuevas áreas.
* quimiotaxis: Las bacterias pueden usar flagelos para moverse hacia entornos favorables (como fuentes de alimentos) y lejos de entornos desfavorables (como las toxinas) a través de un proceso llamado quimiotaxis. Senten gradientes químicos en su entorno y ajustan su rotación flagelar para moverse en consecuencia.
En esencia, los flagelos actúan como pequeños motores que impulsan las bacterias a través de su entorno, lo que les permite encontrar alimentos, evitar el peligro y navegar por sus alrededores.