1. Falta de clorofila: Las esponjas carecen de clorofila, el pigmento que las plantas usan para fotosintetizar y crear su propio alimento. Esto significa que no pueden producir su propia energía a partir de la luz solar como lo hacen las plantas.
2. Nutrición heterotrófica: Las esponjas son heterotróficas, lo que significa que obtienen nutrientes al consumir otros organismos. Filtran agua para partículas de alimentos como bacterias y pequeños organismos.
3. Estructura multicelular: Si bien son simples, las esponjas son organismos multicelulares, compuestos por diferentes tipos de células. No tienen los tejidos complejos y los sistemas de órganos que se encuentran en animales más avanzados.
4. Movimiento: Mientras que la mayoría de las esponjas son sésiles (unidas a una superficie) y aparecen inmóviles, algunas especies pueden moverse muy lentamente. Esta capacidad para el movimiento, incluso si es limitado, los diferencia aún más de las plantas.
5. Falta de paredes celulares: Las plantas tienen paredes celulares rígidas compuestas de celulosa. Las esponjas carecen de paredes celulares, lo que permite más flexibilidad en la estructura de su cuerpo.
6. Presencia de células especializadas: Las esponjas poseen células especializadas que realizan funciones específicas, como filtrar agua, capturar alimentos y crear estructuras de soporte. Este nivel de especialización celular no se encuentra en las plantas.
En resumen, las esponjas carecen de las características definitorias de las plantas, como la clorofila para la fotosíntesis y las paredes celulares. Son organismos heterotróficos, multicelulares con cierto nivel de movimiento, y poseen células especializadas, lo que las hace claramente clasificadas como animales, aunque simples.