Las especies se pueden clasificar en diferentes grupos taxonómicos según sus similitudes genéticas y relaciones evolutivas. Por ejemplo, los organismos que pertenecen al mismo género (géneros en plural) están más estrechamente relacionados entre sí que los que pertenecen a géneros diferentes. Los organismos que pertenecen a la misma familia (familias en plural) están más estrechamente relacionados entre sí que los que pertenecen a familias diferentes, y así sucesivamente en la jerarquía taxonómica.