1. Anabolismo: Esta fase implica la síntesis o construcción de moléculas complejas a partir de otras más simples. Requiere aporte de energía y conduce al almacenamiento de energía en forma de enlaces químicos. Ejemplos de procesos anabólicos incluyen la síntesis de proteínas, la síntesis de glucógeno y la síntesis de ácidos grasos.
2. Catabolismo: Esta fase implica la descomposición de moléculas complejas en otras más simples, liberando energía en el proceso. El catabolismo proporciona la energía necesaria para los procesos anabólicos y otras actividades celulares. Ejemplos de procesos catabólicos incluyen la respiración celular (la descomposición de la glucosa para producir ATP), la glucólisis (la descomposición de la glucosa en piruvato) y la proteólisis (la descomposición de las proteínas en aminoácidos).
Estas dos fases, anabolismo y catabolismo, trabajan juntas para mantener la homeostasis celular y sustentar los procesos vitales.