En la reproducción asexual, la descendencia se forma a partir del material genético de un solo progenitor, que se duplica y se transmite a la descendencia. Esto da como resultado una descendencia que es genéticamente idéntica al padre, excepto por mutaciones ocasionales. La ventaja de la reproducción asexual es que permite un rápido crecimiento demográfico y puede ser más eficiente en términos de consumo de energía y recursos en comparación con la reproducción sexual. Sin embargo, también puede provocar una falta de diversidad genética y hacer que la población sea más susceptible a los cambios ambientales y las enfermedades.