Las albúminas mantienen la presión osmótica coloide, también conocida como presión oncótica, que equilibra el movimiento de líquidos entre los vasos sanguíneos y los tejidos. Los niveles bajos de albúmina pueden provocar una reducción de la presión osmótica coloide, lo que provoca que los líquidos se escapen de los vasos sanguíneos y provoquen edema. Esto es especialmente crítico en condiciones como la hipoalbuminemia.