Watson y Crick propusieron que las dos hebras de la doble hélice se mantienen unidas mediante enlaces de hidrógeno entre pares de bases complementarias. Sin embargo, sugirieron incorrectamente que la adenina (A) se empareja con la timina (T) y la guanina (G) con la citosina (C).
Este error pronto se corrigió, ya que la evidencia experimental demostró que A en realidad se empareja con T y G con C. Este emparejamiento se conoce como emparejamiento de bases complementarias y es esencial para mantener la estabilidad estructural del ADN.
En resumen, el error en el artículo del modelo de ADN de Watson-Crick fue el emparejamiento incorrecto de pares de bases. Si bien este error fue significativo, se corrigió rápidamente y no disminuyó la importancia de la contribución general del artículo a nuestra comprensión de la estructura del ADN.