1. Infección del tracto urinario (ITU):
Una ITU ocurre cuando las bacterias ingresan al tracto urinario y causan inflamación. Esta inflamación puede provocar la degradación de los glóbulos rojos y provocar hematuria.
2. Cálculos renales:
A medida que los cálculos renales avanzan por el tracto urinario, pueden irritar y dañar los tejidos, provocando sangrado y hematuria.
3. Enfermedad renal:
Varias enfermedades renales, como la glomerulonefritis, la pielonefritis y la enfermedad renal crónica, pueden dañar las unidades de filtrado de los riñones (glomérulos), lo que provoca hematuria.
4. Problemas de próstata:
En los hombres, el agrandamiento de la próstata (hiperplasia prostática benigna) o la prostatitis (inflamación de la próstata) pueden causar hematuria.
5. Problemas de vejiga:
Condiciones como cálculos en la vejiga, infecciones de la vejiga (cistitis) o cáncer de vejiga pueden provocar hematuria.
6. Cáncer:
A veces, la hematuria puede ser un signo temprano de cáncer de riñón, vejiga, uréteres o próstata.
7. Trauma:
Las lesiones o traumatismos en los riñones, el tracto urinario o las áreas circundantes pueden causar hematuria.
8. Medicamentos y toxinas:
Ciertos medicamentos, incluidos los anticoagulantes (anticoagulantes), los medicamentos de quimioterapia y algunos antibióticos, pueden causar hematuria. La exposición a ciertas toxinas y sustancias químicas también puede provocar hematuria.
Es importante tener en cuenta que la hematuria también puede ser causada por afecciones menos graves, como ejercicio intenso o actividad extenuante. En todos los casos, es fundamental consultar a un profesional de la salud si nota sangre en la orina para determinar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado.