El ácido fólico se usa para prevenir y tratar los niveles bajos de folato en sangre, también conocido como deficiencia de folato. El folato es necesario para varias funciones corporales importantes, incluido el crecimiento celular y la síntesis de ADN.
El ácido fólico es especialmente importante durante el embarazo, ya que puede ayudar a prevenir ciertos defectos congénitos, como la espina bífida, una afección en la que la columna vertebral no se cierra correctamente. Por este motivo, se recomienda a todas las mujeres en edad fértil tomar 400 microgramos de ácido fólico al día, comenzando al menos un mes antes de la concepción y continuando durante el primer trimestre.