Las enzimas no rompen estructuras; en cambio, catalizan reacciones químicas específicas dentro de los organismos. Las enzimas aceleran la velocidad de las reacciones químicas al reducir la energía de activación necesaria para que se produzca una reacción. Lo hacen proporcionando una vía alternativa para la reacción, permitiendo que ocurra más rápidamente a temperaturas fisiológicas. Las enzimas reconocen y se unen específicamente a los sustratos, los reactivos de una reacción química, y facilitan la conversión de estos sustratos en productos. Cada enzima tiene su especificidad única por sustratos particulares, y las enzimas no rompen estructuras sino que facilitan la formación de nuevos enlaces o la ruptura de los existentes dentro de los reactivos.