Esto significa que ellos son los responsables de implementar cualquier cambio que se realice en el sistema alimentario, incluso si no son ellos quienes causaron el problema en primer lugar.
2. Los agricultores tienen poco poder en la cadena alimentaria.
A menudo son tomadores de precios, lo que significa que tienen que aceptar los precios que fijan las empresas de alimentos a las que venden. Esto deja a los agricultores con poco margen para realizar cambios en sus operaciones, como invertir en prácticas más sostenibles.
3. Los agricultores se enfrentan a costes de producción cada vez mayores.
Estos costos incluyen el costo de la tierra, la mano de obra y los insumos como fertilizantes y pesticidas. Esto dificulta que los agricultores realicen inversiones adicionales en sostenibilidad.
4. Los esfuerzos de descarbonización de las grandes empresas alimentarias suelen centrarse en sus propias operaciones.
Están invirtiendo dinero en reducir sus propias emisiones de gases de efecto invernadero, pero no invirtiendo en ayudar a los agricultores a reducir sus emisiones.
Todos estos factores se combinan para dificultar que los agricultores soporten la peor parte de los esfuerzos de descarbonización de las grandes empresas alimentarias. Esto está generando una serie de problemas, incluido el aumento de los precios de los alimentos, la disminución de la seguridad alimentaria y la degradación ambiental.
A continuación se muestran algunos ejemplos específicos de cómo los esfuerzos de descarbonización de las grandes empresas alimentarias están afectando a los agricultores:
* En Estados Unidos, la industria láctea se enfrenta a una crisis. Las grandes empresas lácteas están reduciendo sus emisiones de gases de efecto invernadero reduciendo el número de vacas que ordeñan y utilizando tecnologías más eficientes. Esto está provocando una disminución de la demanda de leche, lo que está provocando una caída de los precios de la leche y dificultando que los productores de leche puedan mantenerse en el negocio.
* En Brasil, la selva amazónica está siendo talada a un ritmo alarmante para dar paso a pastos para ganado y campos de soja. Las grandes empresas alimentarias están talando estas tierras para producir carne, lácteos y productos de soja, que contribuyen en gran medida a las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta deforestación también está provocando el desplazamiento de pueblos indígenas y la pérdida de biodiversidad.
* En la India, los agricultores se ven obligados a utilizar más productos químicos y pesticidas para aumentar el rendimiento de sus cultivos. Las grandes empresas alimentarias exigen más alimentos para alimentar a su creciente población mundial, pero a los agricultores no se les están dando los recursos que necesitan para aumentar la producción de manera sostenible. Esto está provocando contaminación ambiental, degradación del suelo y problemas de salud para los agricultores.
Estos son sólo algunos ejemplos de las muchas formas en que los agricultores se ven afectados por los esfuerzos de descarbonización de las grandes empresas alimentarias. Estos impactos ya se están sintiendo y es probable que empeoren en los próximos años.