Competencia por los recursos:
Los microbios dentro del microbioma compiten con Salmonella por nutrientes esenciales, como hierro, azúcares y aminoácidos. Al consumir estos recursos, las bacterias beneficiosas limitan el crecimiento y la supervivencia de Salmonella.
Producción de sustancias antimicrobianas:
Algunas bacterias beneficiosas producen compuestos antimicrobianos que pueden matar o inhibir directamente el crecimiento de Salmonella. Por ejemplo, determinadas cepas de Lactobacillus producen ácido láctico y peróxido de hidrógeno, que tienen efectos antimicrobianos contra Salmonella.
Barreras físicas:
Ciertas bacterias beneficiosas pueden formar biopelículas, que son comunidades complejas de microbios que se adhieren a las superficies del intestino. Estas biopelículas actúan como barreras físicas que impiden que Salmonella colonice y establezca una infección.
Estimulación del sistema inmunológico:
Algunos miembros del microbioma interactúan con las células inmunitarias del intestino y estimulan la respuesta inmunitaria. Esto puede conducir a la activación de células inmunes, como macrófagos y neutrófilos, que pueden reconocer y eliminar Salmonella.
Producción de ácidos grasos de cadena corta:
Las bacterias beneficiosas pueden fermentar las fibras dietéticas y producir ácidos grasos de cadena corta (AGCC) como subproductos. Los SCFA, como el butirato, el propionato y el acetato, tienen varios efectos beneficiosos sobre la salud intestinal, incluida la inhibición del crecimiento de Salmonella y la mejora de la función de la barrera intestinal.
Modulación de la capa mucosa:
La capa de moco que recubre el epitelio intestinal juega un papel crucial en la protección contra infecciones. Ciertas bacterias beneficiosas ayudan a mantener la integridad y el espesor de la capa mucosa, lo que dificulta que la Salmonella penetre y establezca una infección.
Inhibición de detección de quórum:
Los microbios se comunican entre sí a través de señales químicas llamadas moléculas detectoras de quórum. Algunas bacterias beneficiosas pueden interferir con esta comunicación, alterando el comportamiento coordinado de Salmonella y reduciendo su virulencia.
Al emplear estos diversos mecanismos, los miembros beneficiosos del microbioma contribuyen a la resistencia general del huésped contra las infecciones por Salmonella.