A pesar de los numerosos avistamientos y leyendas que rodean al Yeti, nunca se ha encontrado ninguna evidencia concluyente de su existencia. El nuevo estudio tenía como objetivo arrojar luz sobre este misterio mediante el empleo de técnicas avanzadas de secuenciación de ADN. Los investigadores compararon las muestras de ADN con datos genéticos de varias especies de osos, incluido el oso pardo, el oso pardo del Himalaya, el oso pardo tibetano y el oso negro asiático.
Los resultados mostraron que todas las muestras pertenecían a especies de osos conocidas, y la mayoría coincidía con el oso pardo del Himalaya y el oso pardo tibetano. El estudio también encontró que algunas muestras estaban contaminadas con ADN humano, probablemente debido a un mal manejo o a factores ambientales.
Los hallazgos de este estudio proporcionan pruebas sólidas en contra de la existencia del Yeti como una especie distinta. En cambio, sugieren que los relatos de testigos oculares y la evidencia anecdótica pueden ser identificaciones erróneas de osos, particularmente de individuos grandes o inusuales.
Los investigadores reconocen que el estudio no descarta definitivamente la posibilidad de que una especie de primate desconocida habite el Himalaya, pero subrayan que la evidencia disponible apunta a los osos como la explicación más probable para los avistamientos de Yeti.
Si bien este estudio puede decepcionar a algunos entusiastas del Yeti, aporta valioso conocimiento científico a nuestra comprensión de la biodiversidad de la región del Himalaya y ayuda a desmitificar una de las leyendas más perdurables del mundo.