* Toxinas: Algunas cepas patógenas de E. coli producen toxinas que pueden causar síntomas de enfermedades como diarrea, vómitos y dolor abdominal. Las toxinas más comunes producidas por E. coli son la toxina Shiga, la citotoxina y la enterotoxina termolábil.
* Adhesinas: Estas son proteínas que permiten que E. coli se adhiera a la superficie de las células intestinales. Este es el primer paso en el proceso de infección.
* Invasinas: Estas son proteínas que permiten que E. coli invada las células intestinales. Esto permite que las bacterias se multipliquen y se propaguen por el cuerpo.
Además de estos factores de virulencia, la capacidad de E. coli para causar enfermedades también depende del sistema inmunológico del huésped. Si el sistema inmunológico es fuerte, puede evitar que E. coli cause enfermedades. Sin embargo, si el sistema inmunológico está debilitado, E. coli puede causar enfermedades más fácilmente.
Algunos de los factores que pueden debilitar el sistema inmunológico incluyen:
* Edad: El sistema inmunológico es menos eficaz en los ancianos y en los muy jóvenes.
* Enfermedad: Ciertas enfermedades, como el VIH/SIDA, pueden debilitar el sistema inmunológico.
* Medicamentos: Algunos medicamentos, como los de quimioterapia, pueden debilitar el sistema inmunológico.
* Estrés: El estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico.
Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante consultar a un médico para determinar si tiene infección por E. coli. El diagnóstico y tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir complicaciones graves.