La decisión de la FDA se basó en una revisión exhaustiva de los datos sobre la seguridad y eficacia del salmón genéticamente modificado. La FDA concluyó que el salmón es seguro para comer y que no presenta más riesgos para la salud humana que el salmón criado convencionalmente.
El salmón genéticamente modificado fue desarrollado por AquaBounty Technologies. La empresa utilizó un gen del salmón Chinook para cultivar una versión del salmón del Atlántico de crecimiento más rápido. La compañía afirma que el salmón genéticamente modificado puede crecer hasta alcanzar el tamaño comercial en la mitad del tiempo que el salmón criado convencionalmente.
AquaBounty Technologies también afirma que el salmón modificado genéticamente es más resistente a las enfermedades y que puede criarse en menos agua que el salmón criado convencionalmente. Esto podría hacer que el salmón genéticamente modificado sea una opción más sostenible para la acuicultura.
La aprobación del salmón genéticamente modificado es controvertida. Algunas personas creen que los animales genéticamente modificados no deberían utilizarse como alimento. Argumentan que existen riesgos potenciales para la salud humana y que los animales genéticamente modificados podrían tener un impacto negativo en el medio ambiente.
Otras personas creen que los animales genéticamente modificados tienen el potencial de beneficiar a la sociedad. Argumentan que los animales genéticamente modificados podrían usarse para producir más alimentos, reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y mejorar la salud humana.
Es probable que el debate sobre los animales genéticamente modificados continúe durante muchos años. Sin embargo, la aprobación por parte de la FDA del salmón modificado genéticamente es un importante paso adelante para el desarrollo de esta tecnología.