La proteína en cuestión se llama CatSper y forma canales iónicos en la cola del espermatozoide. Estos canales permiten que los iones de calcio fluyan hacia el esperma, lo que desencadena una serie de eventos que conducen a la motilidad hiperactiva de los espermatozoides y a su capacidad para penetrar las capas protectoras del óvulo.
Utilizando técnicas de imagen avanzadas, los investigadores pudieron observar el movimiento de los espermatozoides en tiempo real y rastrear cómo interactúan con el óvulo. Descubrieron que los espermatozoides con defectos en la proteína CatSper no podían nadar en línea recta y, a menudo, se atascaban o se perdían en el viaje hacia el óvulo.
Además, los investigadores descubrieron que los defectos de CatSper pueden heredarse de cualquiera de los padres, lo que sugiere que los factores genéticos desempeñan un papel importante en la infertilidad masculina. Este hallazgo podría allanar el camino para que nuevas pruebas genéticas identifiquen parejas con riesgo de infertilidad y desarrollen tratamientos personalizados para mejorar sus posibilidades de concepción.
Los hallazgos del estudio proporcionan una comprensión más profunda de los complejos mecanismos implicados en la función y la fertilización de los espermatozoides, lo que ofrece esperanzas para el desarrollo de nuevas terapias para abordar la infertilidad masculina y mejorar los resultados reproductivos en los individuos afectados.