Respuesta inmune del huésped:
* Evasión de la fagocitosis: Las bacterias emplean estrategias para evitar ser engullidas por células fagocíticas, como macrófagos y neutrófilos. Algunas bacterias tienen una cápsula de polisacárido que actúa como barrera contra la fagocitosis, mientras que otras pueden inhibir la función de los receptores fagocíticos.
* Inhibición de la señalización inmune: Las bacterias patógenas producen sustancias que pueden interferir con las vías de señalización del sistema inmunológico, impidiendo la activación o el reclutamiento de células inmunes en el sitio de la infección.
* Toxinas: Muchas bacterias producen toxinas que atacan y dañan las células inmunitarias, lo que perjudica aún más la capacidad del huésped para combatir la infección.
Microambientes dentro del Host:
* Formación de biopelículas: Las bacterias pueden formar comunidades protectoras llamadas biopelículas, que actúan como una barrera física contra los antibióticos y las defensas inmunitarias. Las biopelículas también facilitan la adquisición de nutrientes y mejoran la supervivencia bacteriana en condiciones difíciles.
* Supervivencia intracelular: Algunas bacterias tienen la capacidad de invadir y sobrevivir dentro de las células huésped, creando un nicho protegido que las protege de la detección del sistema inmunológico.
Competencia por recursos:
* Adquisición de nutrientes: Las bacterias compiten con otros microorganismos y con el huésped por los nutrientes esenciales necesarios para su crecimiento y supervivencia. Para obtener nutrientes, las bacterias pueden secretar enzimas que descomponen moléculas complejas, como proteínas y carbohidratos, en formas más simples que pueden absorber.
* Adquisición de hierro: El hierro es un nutriente fundamental para las bacterias, pero a menudo es escaso en el entorno del huésped. Las bacterias patógenas han desarrollado mecanismos para eliminar y adquirir hierro del huésped, incluida la producción de sideróforos, moléculas que se unen al hierro.
Estreses ambientales:
* Desequilibrios del pH: El nivel de pH dentro del huésped puede variar según la ubicación de la infección. Algunas bacterias son tolerantes a los ácidos y pueden sobrevivir en ambientes ácidos, como el estómago. Otros pueden manipular el pH de su entorno para crear un ambiente favorable.
* Estrés oxidativo: Las especies reactivas de oxígeno (ROS) producidas por las células inmunitarias y otros mecanismos de defensa del huésped pueden causar daño oxidativo a las células bacterianas. Las bacterias poseen enzimas antioxidantes y otros mecanismos protectores para mitigar el estrés oxidativo.
A través de estas estrategias adaptativas, las bacterias patógenas pueden superar las defensas del huésped, resistir condiciones desafiantes y establecer infecciones exitosas dentro del huésped. Comprender estos mecanismos es crucial para el desarrollo de nuevas terapias antimicrobianas y combatir la amenaza actual de enfermedades infecciosas.