El Mar Salish, una compleja red de vías fluviales en el noroeste del Pacífico, se extiende entre las aguas entre la Columbia Británica, Canadá y el estado de Washington, Estados Unidos. Este ecosistema marino es hogar de una gran cantidad de mamíferos marinos, incluidas focas, leones marinos, marsopas, ballenas y especies en peligro de extinción como las orcas residentes del sur.
La historia se desarrolla en 2019, cuando los científicos hicieron un descubrimiento sorprendente:Candida auris no solo estaba presente en el mar de Salish, sino que también infectaba y mataba a mamíferos marinos. Investigadores de la Universidad de Columbia Británica, la Universidad de Washington y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) se unieron para investigar este fenómeno sin precedentes.
Candida auris se encuentra típicamente en climas cálidos y húmedos, prefiriendo temperaturas que oscilan entre 35°C y 38°C. Sin embargo, el mar de Salish presentó un ambiente más fresco, con temperaturas del agua que promediaron alrededor de 10°C. ¿Cómo entonces este hongo prosperó y se propagó en estas condiciones aparentemente inhóspitas?
Los investigadores profundizaron en las complejas interacciones entre el hongo, el medio ambiente y el sistema inmunológico de los mamíferos marinos. Descubrieron que el aumento de la temperatura del agua debido al cambio climático creaba un entorno más hospitalario para que prosperara Candida auris. Las aguas más cálidas también estresaron a los mamíferos marinos, comprometiendo su sistema inmunológico y haciéndolos más susceptibles a las infecciones por hongos.
Se descubrió que Candida auris ingresa al ambiente marino a través de varias vías. La escorrentía agrícola, los vertidos de aguas residuales y las actividades humanas introdujeron inadvertidamente el hongo en las aguas costeras. Una vez en el mar, se extendió rápidamente, facilitado por las vías fluviales interconectadas del Mar Salish.
Las infecciones por hongos se manifiestan de diversas formas. Algunos mamíferos marinos sufrieron lesiones cutáneas graves, mientras que otros experimentaron infecciones pulmonares y enfermedades sistémicas. Las infecciones resultaron fatales para varias focas y leones marinos, lo que generó preocupación sobre posibles disminuciones de la población y impactos en todo el ecosistema.
En respuesta a esta amenaza emergente, científicos, agencias de vida silvestre y organizaciones conservacionistas unieron fuerzas para implementar estrategias de mitigación. Se centraron en reducir la escorrentía agrícola, mejorar el tratamiento de aguas residuales e implementar medidas de bioseguridad más estrictas para prevenir la propagación de Candida auris.
Los esfuerzos para combatir la amenaza de los hongos continúan, impulsados por la urgencia de proteger a los mamíferos marinos y preservar el delicado equilibrio del ecosistema del Mar Salish. La investigación y la colaboración en curso entre expertos son prometedoras para desarrollar medidas efectivas para mitigar los impactos de este hongo terrestre mortal en el medio marino.
Este encuentro inesperado entre un hongo terrestre y mamíferos marinos resalta las relaciones intrincadas y frágiles que existen en el mundo natural. Subraya la profunda influencia que las actividades humanas y el cambio climático pueden tener en los ecosistemas, recordándonos la urgente necesidad de administración y conservación para salvaguardar la biodiversidad de nuestro planeta.