Los científicos del cáncer han descifrado recientemente el genoma de la fruta durián, lo que ha proporcionado información sobre los genes responsables de la producción de estos COV. Esta investigación podría conducir al desarrollo de nuevas estrategias para controlar el olor de la fruta, así como a la identificación de posibles beneficios para la salud asociados con la composición química única de la fruta.