Así es como el ARN basura controla nuestros genes:
Regulación genética :Los ARN no codificantes pueden regular la expresión genética al interferir con la transcripción, traducción o estabilidad del ARN mensajero (ARNm). Pueden actuar como interruptores moleculares, activando o desactivando genes o ajustando sus niveles de expresión.
MicroARN (miARN) :los miARN son pequeños ARN no codificantes que se unen a secuencias específicas de moléculas de ARNm, impidiendo su traducción en proteínas. Este mecanismo permite a los miARN controlar la expresión de múltiples genes simultáneamente, actuando como reguladores maestros de los procesos celulares.
ARN largos no codificantes (lncRNA) :Los lncRNA son ARN no codificantes más grandes que pueden interactuar con el ADN, el ARN y las proteínas para formar complejos reguladores. Pueden alterar la estructura de la cromatina, reclutar factores de transcripción o secuestrar miARN, influyendo así en los patrones de expresión genética.
ARN circulares (circRNA) :Los circRNA son moléculas de ARN circulares que son resistentes a la degradación. Pueden unirse a proteínas de unión a ARN y miARN, actuando como esponjas para secuestrar estas moléculas y afectar indirectamente la expresión genética.
Impresión genética :Los ARN no codificantes participan en la impronta genómica, un proceso que asegura la expresión monoalélica de determinados genes. Los genes impresos tienen marcas diferenciales de metilación del ADN en sus promotores, y los ARN no codificantes pueden regular la accesibilidad de estos promotores, influyendo en la expresión génica de una manera específica del padre de origen.
Implicaciones de la enfermedad :La desregulación de los ARN no codificantes se ha relacionado con diversas enfermedades humanas, incluido el cáncer, los trastornos neurodegenerativos y las anomalías del desarrollo. La expresión aberrante o las mutaciones en los ARN no codificantes pueden alterar las redes reguladoras de genes y contribuir a la patogénesis de la enfermedad.
En conclusión, la "basura" del ARN no es realmente basura en absoluto. Estas moléculas de ARN no codificantes desempeñan funciones cruciales en el control de la expresión genética y diversos procesos celulares. Sus funciones reguladoras tienen implicaciones importantes para nuestra comprensión de la regulación genética, los mecanismos de las enfermedades y las posibles intervenciones terapéuticas. Se necesita más investigación para desentrañar toda la complejidad y la importancia de estas moléculas de ARN previamente subestimadas.