Los cánceres no se consideran especies nuevas porque no cumplen con los criterios para la clasificación de especies. Las especies se definen como grupos de organismos que pueden cruzarse y producir descendencia fértil. Los cánceres no pueden cruzarse con otras especies y no pueden producir descendencia fértil.
Además, los cánceres no pueden sobrevivir independientemente del organismo huésped. Requieren los recursos del organismo huésped para poder crecer y dividirse. Esto contrasta con otras especies, que pueden sobrevivir de forma independiente en el medio ambiente.
Por tanto, los cánceres no son especies de nueva evolución. Se consideran enfermedades que surgen de cambios genéticos en las células del cuerpo.