Una de las diferencias dietéticas más llamativas entre los grupos de bonobos es su consumo de frutas. Algunos grupos, como los del bosque de Lomako, dependen en gran medida de las frutas, y hasta el 90% de su dieta consiste en esta fuente de alimento. Por el contrario, otros grupos, como los del bosque de LuiKotale, consumen una proporción mucho menor de frutas y su dieta consiste principalmente en hojas y otros materiales vegetales.
Esta variación en el consumo de frutas tiene un profundo impacto en la dinámica social de los bonobos. Los grupos que dependen en gran medida de las frutas tienden a tener comunidades más grandes, con hasta 100 individuos. También exhiben comportamientos más cooperativos, como compartir comida y acicalarse mutuamente. Por el contrario, los grupos con menor consumo de fruta tienden a tener comunidades más pequeñas, con menos comportamientos cooperativos.
La razón de esta diferencia probablemente se deba al valor nutricional de las frutas. Las frutas son una rica fuente de energía y vitaminas esenciales, que pueden respaldar grupos más grandes y comportamientos más cooperativos. Por el contrario, las hojas y otros materiales vegetales son menos nutritivos, lo que puede limitar el tamaño de los grupos y la complejidad de sus interacciones sociales.
Además del consumo de frutas, los bonobos también varían en su consumo de insectos y animales pequeños. Algunos grupos, como los del bosque de Wamba, consumen regularmente insectos y animales pequeños, mientras que otros rara vez lo hacen. Esta variación en el consumo de animales probablemente también esté influenciada por el entorno local y la disponibilidad de presas.
La diversidad dietética de los bonobos ofrece información valiosa sobre el papel de los alimentos en la configuración de la cultura y el comportamiento social. Al comprender cómo las diferentes dietas influyen en las comunidades de bonobos, podemos comprender mejor los orígenes de la cultura humana y los factores que contribuyen a su diversidad.