Se dice que el ectoplasma es un vehículo para que los espíritus se comuniquen con el mundo físico y, a menudo, se lo ve como una señal de que se está llevando a cabo una sesión de espiritismo. Los espiritistas creen que el ectoplasma es una forma de energía que puede ser manipulada por médiums para crear fenómenos como avistamientos de fantasmas, apariciones y lecturas psíquicas.
Sin embargo, no existe evidencia científica que respalde la existencia del ectoplasma y, en general, se lo considera un producto de ilusiones o alucinaciones. Los escépticos sostienen que el ectoplasma a menudo no es más que una sustancia producida por los cuerpos de los espiritistas y los propios médiums, como el sudor o la mucosidad.
A pesar de la falta de evidencia científica, la creencia en el ectoplasma persiste, particularmente dentro de ciertas comunidades espiritistas. El ectoplasma sigue siendo un fenómeno intrigante y controvertido que sigue cautivando la imaginación de muchos.