* Revolución de la Tierra: La tierra gira alrededor del sol en una órbita elíptica. Esto significa que nuestra perspectiva sobre la gran extensión de las estrellas cambia a medida que viajamos por el sol.
* La inclinación de la Tierra (inclinación axial): La Tierra está inclinada en su eje a aproximadamente 23.5 grados. Esta inclinación hace que diferentes partes de la tierra reciban diferentes cantidades de luz solar durante todo el año, lo que lleva a las estaciones. También influye en la posición aparente de las constelaciones en el cielo nocturno.
* Rotación de la Tierra: La Tierra gira en su eje, causando el aparente movimiento de objetos celestiales en el cielo, incluidas las constelaciones, de este a oeste.
Cómo funciona:
Imagina que estás parado en una tierra giratoria mirando la inmensidad del espacio. A medida que la tierra gira, las estrellas parecen moverse por el cielo, justo cuando el sol parece elevarse y ponerse. Sin embargo, el eje inclinado de la Tierra también afecta este movimiento. Debido a la inclinación, nuestra perspectiva sobre las constelaciones cambia durante todo el año.
En el hemisferio norte, por ejemplo, vemos constelaciones como Orion en lo alto del cielo durante los meses de invierno porque la inclinación de la Tierra posiciona esa región hacia las constelaciones. Sin embargo, seis meses después, cuando la Tierra está en el lado opuesto de su órbita, las constelaciones que fueron visibles durante el invierno están ocultas a la vista debido a la inclinación de nuestro planeta.
En resumen:
El aparente movimiento de constelaciones es el resultado de la revolución de la tierra alrededor del sol, su inclinación axial y su rotación. Esta combinación de factores crea una danza celestial única, lo que nos permite observar diferentes constelaciones dependiendo de la época del año.