Aquí hay un ejemplo:
Una estrella enana blanca.
* Hot: Los enanos blancos son increíblemente calientes, con temperaturas superficiales que alcanzan decenas de miles de grados centígrados.
* pequeño: Los enanos blancos son extremadamente densos y mucho más pequeños que nuestro sol, a menudo solo un poco más grandes que la Tierra.
Debido a su pequeño tamaño, los enanos blancos no emiten mucha luz a pesar de que están muy calientes. Esto los hace parecer relativamente tenues en comparación con las estrellas más grandes y frías.
Otros ejemplos de estrellas calientes pero no muy brillantes:
* Estrellas de neutrones: Estos son aún más pequeños y más densos que los enanos blancos, pero también son extremadamente calurosos. Emiten rayos X y rayos gamma, pero su salida de luz visible es muy baja.
* Algunas estrellas de secuencia principal: Si bien las estrellas de secuencia principal generalmente se clasifican por su temperatura, hay algunas estrellas más pequeñas y calientes que son menos luminosas que las estrellas más grandes y frías.
En conclusión, la temperatura y el tamaño de una estrella juegan un papel crucial en la determinación de su brillo general. Si bien una estrella caliente puede emitir mucha luz, aún puede ser relativamente tenue si es pequeña.