He aquí por qué:
* La exosfera es demasiado delgada: La exosfera es la capa más externa de la atmósfera de la Tierra, caracterizada por una densidad extremadamente baja. Hay muy poco arrastre atmosférico a esta altitud, lo que dificulta que los satélites mantengan una órbita estable.
* La termofera es ideal para orbitar: La termosfera es una capa de atmósfera sobre la mesosfera. Si bien sigue siendo muy delgado, proporciona una pequeña cantidad de arrastre atmosférico, lo que ayuda a ralentizar satélites con el tiempo. Esto permite que los satélites mantengan sus órbitas con ajustes mínimos.
* Leo permite la comunicación y la observación: Los satélites en Leo están más cerca de la Tierra, facilitando la comunicación y la observación. Esto es importante para aplicaciones como GPS, pronóstico del tiempo y observación de la Tierra.
Mientras que algunos satélites se lanzan a órbitas más altas, como la órbita geoestacionaria (GEO) dentro de la termosfera, la mayoría de los satélites se encuentran en Leo dentro de la termosfera.