* Sin superficie sólida: Urano y Neptuno son gigantes de gas. No tienen una superficie sólida como la Tierra o Marte. En cambio, sus atmósferas pasan gradualmente a un líquido denso y supercrítico y luego probablemente un núcleo sólido.
* Presión y temperatura extremas: A medida que una nave espacial desciende a través de la atmósfera, encontraría una presión inmensa y temperaturas extremadamente frías, superando con creces los límites de cualquier tecnología de naves espaciales actuales.
* Falta de sitios de aterrizaje: Incluso si una nave espacial pudiera resistir las condiciones, no hay puntos de referencia reconocibles o áreas seguras para aterrizar.
¿Qué se podría hacer?
En lugar de un aterrizaje tradicional, los científicos podrían considerar estas opciones:
* sonda atmosférica: Se podría enviar una sonda para sumergirse en la atmósfera de Urano, tomando medidas y recopilando datos antes de ser aplastado por la presión. Esto es similar a la sonda Galileo que ingresó a la atmósfera de Júpiter.
* Flyby: Una nave espacial podría realizar un volante de Urano, como lo hizo Voyager 2, tomando imágenes y estudiando su campo magnético y atmósfera desde la distancia.
* Orbitter: Una nave espacial podría orbitar a Urano, permitiendo la observación a largo plazo de su atmósfera, anillos y lunas.
misiones futuras:
Si bien aterrizar en Urano no es práctico, existen discusiones en curso sobre futuras misiones para explorar aún más el planeta, incluyendo:
* Orbitero y sonda de Urano (UOP): Una misión propuesta que enviaría un orbitador para estudiar la atmósfera, los anillos y las lunas de Urano, y también desplegar una sonda atmosférica.
Estas misiones proporcionarían ideas invaluables sobre la composición, la dinámica y la evolución del Urano, incluso sin un aterrizaje tradicional.