Mientras que otros filósofos, como las Pitágoras, habían especulado sobre el movimiento de los cuerpos celestes, Platón formalizó la idea en su Timaaeus diálogo. Él creía que la naturaleza perfecta y eterna de los cielos exigía una forma de movimiento perfecta y eterna, que argumentó que era circular. Este concepto influyó profundamente en filósofos y astrónomos posteriores, incluidos Aristóteles y Ptolomeo, que desarrollaron modelos del universo basados en las ideas de Platón.