* La luna no emite su propia luz: La luna es una gran roca que refleja la luz solar. No genera su propia luz como el Sol.
* La atmósfera de la Tierra mejora el brillo: La atmósfera de la Tierra dispersa la luz del sol, haciendo que el cielo parezca azul durante el día. Este mismo efecto de dispersión también hace que la luna parezca más brillante que en el espacio. La atmósfera actúa como una lente, concentrando la luz del sol reflejada hacia nuestros ojos.
* Fondo oscuro: Desde la Tierra, vemos la luna contra un fondo oscuro (el cielo). Este contraste mejora aún más el brillo percibido de la luna.
* Perspectiva del espacio: En el espacio, no hay atmósfera para dispersar la luz del sol. La luna está bañada a la luz solar directa, pero también está en el contexto de las estrellas brillantes y el vasto vacío del espacio. Esto hace que parezca relativamente débil en comparación con su brillantez en el cielo de la Tierra.
* Falta de contraste: La luna en el espacio carece del fondo oscuro contrastante, lo que hace que parezca menos brillante.
Esencialmente, el aparente brillo de la luna es una combinación de cuánta luz refleja, cómo esa luz está dispersa por la atmósfera de la Tierra y el contraste con el fondo. En el espacio, la falta de una atmósfera y el fondo brillante hacen que la luna parezca más débil.