Si bien Júpiter es un gigante de gas y no una estrella, contiene mucho hidrógeno y helio, los mismos elementos que componen nuestro sol. Si Júpiter hubiera sido aproximadamente 80 veces más masivo, habría tenido suficiente presión gravitacional y calor para encender la fusión nuclear, convirtiéndola en una estrella.
Es interesante imaginar cómo sería nuestro sistema solar si Júpiter se hubiera convertido en una estrella. ¡Hubiera sido un sistema estelar binario, con dos soles!