Mientras observaba el sol, no lo miró directamente. En cambio, usó un telescopio para proyectar una imagen del sol en una pantalla. Sin embargo, hizo esto durante un período prolongado de tiempo, y la intensa luz dañó sus ojos.
Es importante tener en cuenta que las circunstancias y detalles específicos que rodean la ceguera de Adams no están ampliamente documentados. Sin embargo, el consenso general es que su daño ocular fue el resultado de una exposición prolongada a la radiación solar, incluso indirectamente a través de un telescopio.