Temperatura:
* Color: El color de una estrella es un indicador directo de la temperatura de su superficie. Las estrellas más calientes emiten más luz azul, mientras que las estrellas más frías emiten más luz roja. Esto sigue el mismo principio que una pieza de metal calentada, que brilla rojo al principio y luego al punto de vista blanco a medida que aumenta su temperatura.
* Blue-White: Estrellas muy calientes (más de 25,000 Kelvin)
* azul: Estrellas calientes (10,000 a 25,000 Kelvin)
* White: Estrellas medianas (7,500 a 10,000 Kelvin)
* amarillo: Nuestro Sol, una estrella de temperatura media (5,500 a 7.500 Kelvin)
* Orange: Cool Stars (3,500 a 5.500 Kelvin)
* rojo: Estrellas muy geniales (menos de 3,500 Kelvin)
Brillo:
* Magnitud: Esta es una medida de cuán brillante aparece una estrella de la Tierra. Hay dos tipos:
* Magnitud aparente: Qué brillante es una estrella desde nuestra perspectiva, teniendo en cuenta su distancia.
* magnitud absoluta: Qué brillante aparecería una estrella si estuviera a 10 parsecs (a unos 32.6 años luz) de nosotros. Esto da una medida más precisa de su brillo intrínseco.
Otros factores:
* Tipo espectral: Las estrellas también se clasifican por su tipo espectral, que se basa en sus líneas de absorción en su espectro. Estas líneas son causadas por diferentes elementos en la atmósfera de la estrella, y pueden ayudar a determinar la temperatura, la composición y otras propiedades.
* Luminosidad: Una medida de la cantidad total de energía una estrella irradia en el espacio. Está relacionado con su tamaño y temperatura.
En resumen, el color de una estrella proporciona una estimación rápida de su temperatura, mientras que su magnitud nos proporciona información sobre cuán brillante parece. Al combinar estas observaciones con el análisis espectral, los astrónomos pueden reunir una comprensión integral de las propiedades de una estrella.