He aquí por qué:
* Falta de atmósfera: Tanto el mercurio como la luna tienen atmósferas muy delgadas, ofreciendo poca o ninguna protección contra los impactos por los asteroides y los meteoroides.
* Inactividad geológica: Ambos cuerpos celestes son geológicamente inactivos, lo que significa que no tienen volcanes activos o placas tectónicas para borrar los cráteres de impacto.
* superficie antigua: Tanto Mercurio como la Luna son muy antiguos, dando tiempo suficiente para innumerables impactos para dejar sus marcas.
Mientras que otros planetas y lunas en nuestro sistema solar también tienen cráteres, la superficie de Mercurio está particularmente en gran medida, lo que hace que se parezca a nuestra propia luna.