* Las estrellas más calientes emiten luz azul: Las estrellas con temperaturas superficiales muy altas emiten la mayor parte de su luz en las partes azules y ultravioletas del espectro electromagnético. Por eso nos parecen azul o blanco.
* Las estrellas más frías emiten luz roja: A medida que las estrellas se enfrían, su emisión máxima se desplaza hacia el extremo rojo del espectro. Es por eso que las estrellas más frías aparecen naranja o roja.
* El "arcoiris" de las estrellas: La gama de colores que vemos en las estrellas refleja un espectro continuo de temperaturas:
* azul: Las estrellas más populares, que a menudo superan los 25,000 grados Celsius.
* White: Estrellas con temperaturas de alrededor de 10,000 grados Celsius.
* amarillo: Nuestro sol, con una temperatura de la superficie de alrededor de 5.500 grados Celsius.
* Orange: Estrellas un poco más frías que nuestro sol, alrededor de 4,000 grados Celsius.
* rojo: Las estrellas más frías, con temperaturas inferiores a 3,500 grados Celsius.
La física detrás de esto
Esta relación entre color y temperatura surge de un concepto fundamental en física conocida como radiación de cuerpo negro . La radiación del cuerpo negro describe la radiación electromagnética emitida por un objeto idealizado que absorbe toda la radiación entrante.
* Ley de desplazamiento de Wien: Esta ley establece que la longitud de onda en la que un cuerpo negro emite la mayor radiación es inversamente proporcional a su temperatura. En términos más simples, los objetos más calientes emiten más radiación a longitudes de onda más cortas (luz más azul), mientras que los objetos más fríos emiten más radiación a longitudes de onda más largas (luz más roja).
Nota importante: El color de una estrella está determinado por la temperatura de su superficie. Sin embargo, el color que percibimos puede verse afectado por factores como el polvo interestelar, que puede absorber y dispersar la luz de las estrellas, cambiando su color aparente.