1. Asteroides:
- Cuerpos rocosos o metálicos que orbitan el sol, que se encuentran principalmente en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter.
- Randear en tamaño desde unos pocos metros hasta cientos de kilómetros de diámetro.
- Algunos asteroides tienen sus propias lunas.
2. Cometas:
- Cuerpos helados con un núcleo compuesto de hielo, polvo y roca.
- Orbita el sol en caminos altamente elípticos.
- Desarrolle un coma (nube de gas y polvo) y una cola cuando se acerquen al sol.
3. Centauros:
- Objetos helados que se encuentran en órbitas inestables entre Júpiter y Neptuno.
- Exhibir características de los asteroides y cometas.
4. Objetos trans-neptunianos (tnos):
- Objetos ubicados más allá de la órbita de Neptuno, incluido el cinturón Kuiper y el disco disperso.
- Muchos son helados y algunos son lo suficientemente grandes como para ser considerados planetas enanos, como Plutón.
5. Meteoroides:
- Cuerpos rocosos o metálicos pequeños en el espacio.
- Cuando un meteoroide entra en la atmósfera de la Tierra, se convierte en un meteorito (estrella fugaz).
- Si un meteoroide sobrevive a la entrada atmosférica y golpea el suelo, se llama meteorito.
6. Polvo:
- Pequeñas partículas de roca y hielo, extendidas por todo el sistema solar.
- puede ser producido por colisiones entre cuerpos más grandes o liberados de cometas.
7. Asteroides troyanos:
- Asteroides que comparten una órbita con un planeta, ubicado en los puntos lagrangianos del planeta.
- Ejemplo:Asteroides troyanos de Júpiter.
8. Objetos cercanos a la Tierra (NEOS):
- Asteroides o cometas cuyas órbitas los acercan a la Tierra.
- Algunos NEO se consideran potencialmente peligrosos debido a su tamaño y proximidad.
9. Planetas enanos:
- Objetos que orbitan el sol y tienen suficiente gravedad para ser redondeados, pero no han limpiado su vecindario de otros objetos.
- Plutón, Eris, Makemake y Haumea son ejemplos de planetas enanos.
10. Satélites:
- Cuerpos naturales o artificiales que orbitan un planeta u otro objeto celestial.
- Las lunas son satélites naturales.
Estos pequeños cuerpos proporcionan información sobre la formación y evolución del sistema solar y pueden representar amenazas potenciales para la Tierra. Su estudio nos ayuda a comprender la composición, la historia y el futuro de nuestro vecindario celestial.