En la mitología griega, se creía que Zeus era el dios del trueno y el rayo. A menudo se le representaba los rayos empuñantes, que solía castigar a los malhechores o para expresar su poder y enojo.
Entonces, mientras que Zeus no "hizo" truenos en la forma en que lo entendemos hoy, él era la personificación del fenómeno. Los antiguos griegos atribuyeron truenos y rayos a las acciones de Zeus.