Fue la primera persona en predecir la existencia del planeta en función de sus efectos gravitacionales en Urano. Luego trabajó con Johann Galle, un astrónomo alemán, para localizar a Neptuno en el cielo. Si bien a Galle se le atribuye el descubrimiento real de Neptuno, Le Verrier tenía tanta confianza en su predicción que sugirió el nombre "Neptuno" para honrar al Dios Romano del Mar.