Observación de la Tierra: Los satélites en órbita polar se pueden utilizar para recopilar datos sobre la superficie, la atmósfera y los océanos de la Tierra. Estos datos se pueden utilizar para diversos fines, incluidos pronósticos meteorológicos, investigaciones climáticas, monitoreo de desastres naturales y planificación del uso de la tierra.
Comunicaciones: Los satélites en órbita polar también se pueden utilizar con fines de comunicación, como proporcionar transmisión de voz, datos y vídeo a zonas remotas del mundo.
Navegación: Los satélites en órbita polar se pueden utilizar para proporcionar servicios de navegación, como el Sistema de Posicionamiento Global (GPS), que se puede utilizar para determinar la ubicación de un receptor en la superficie de la Tierra.
Investigación científica: Los satélites en órbita polar se pueden utilizar para diversos fines de investigación científica, como el estudio del campo magnético de la Tierra, la aurora boreal y los efectos del cambio climático.